20080629

Yo y Él, el otro Él y el MSN

Existen noches de preámbulos que nos parecen eternos, noches en las que los amigos se nos escapan de las manos y sólo existe un "Yo" y un "quién sea". Desgraciadamente esas noches son las que más nos pesan, las que traen a cuestas las palabras tediosas que nadie quiere decir. Esa fue una de esas noches, pesada, oscura, con el aire ligero que se cuela por las rendijas de la puerta, por esos hoyitos carcomidos por el tiempo, se cuela y se respira, se respira y se exhala, y al salir, se lleva todo lo que se tiene que llevar.

Yo digo:

Y te acostumbras, te acostumbras a tener la idea de que tu corazón se quedó atrapado en una pintura del Museo de Arte contemporáneo y que nada ni nadie te lo va a devolver. Te acostumbras a que cada intento va a quedar distante de lo que en realidad quieres, te acostumbras a conformarte con pedacitos de atención y nada de cariño. Puta madre, no quiero acostumbrarme, pero no sé de qué otra manera lidiar con las cosas que no puedo cambiar para no enloquecer

El no acostumbrarme me llevará a mi opción mas querida, cortar todo y volver a empezar.

Y vaya que dolió, creo que se sigue sintiendo como la herida roja de mis pies, me duele que ÉL se haya llevado mi confianza, que él haya podido marcar mi vida con singular alegría y quitarme de su vida como si fuese popo en un zapato.

Bueno, una vez dicho lo anterior, apelo a la cláusula del contrato de la amistad en donde se establece que hay cosas que se dicen una vez y no se vuelven a repetir, y quedan postergadas al olvido.

Ojalá las cosas que uno hace regresen en la misma medida y especie, esa idea es la que me mantiene, que hay justicia... me pesaría mucho averiguar lo contrario.

00:00:01Yo digo:

anyways, gracias por leer


Por suerte se ha terminado.

20080627

Anomik "...Y Cruzaremos Las Galaxias Enteras Juntos"

Tenemos que hablar.
Y uno sabe qué sucede cuando alguien te dice algo así. Normalmente no son buenas noticias, a decir verdad, es la forma hermosa de decir "Hey, I'm gonna kick your ass, I just wanted you to know"
Probablemente, y si se está conciente de una realidad palpable, uno ya está prevenido. Uno sabe que esas palabras sólo son el timbre de la puerta. Aún así, siempre te van a sorprender.

El contexto es el necesario, malas pláticas, malas salidas, malas películas y malas bromas... recientemente peores. Yo no tengo argumentos de defensa, ni de ataque, no tengo nada. Es probable que sólo sonría, le desee lo mejor y me retire.

Pero nada es oficial hasta que sucede, mientras tanto sólo nos queda imaginar el escenario adecuado. El mantel de la mesa donde será, la bebida fría o caliente... por si me llega a dar una ataque repentino de furia y decida aviolentarme, las palabras, las fuentes, las personas al rededor, las miradas; lo curioso es que presiento que esta vez será todo de la forma más plástica posible.

A veces me da la impresión de que una relación hace irremediablemente ordinario a alguien. La soledad tiene a ser muy atractiva para mí. Alguien interesante, con un sentido del humor genial, buen gusto musical, las perversiones necesarias para no ser común, el tipo de muchachos que se sientan a leer un libro en los jardines de CU, que tienen lentecitos y vaga idea de la moda, que escriben de la forma más clara y poética, así, así me enamoro sin preguntar. Pero es el encuentro de dos soledades, ni yo le perteneceré, ni él a mi. Eso fue lo que no entendí.

Anomik era así, de esos que seguramente no me dejarían opción. Hasta que el amor le llegó. No era la idea de aparto, sino la idea de que ahora era uno más con pareja, la que me hizo dejar de pensar en él como el muchachito interesante. Ya no valía nada en mi mundo, porque ya no era él en el jardín, eran ellos en el pasto, recostados uno sobre otro. Quizá sólo me niego a creer que eso pasa en realidad, por eso prefiero la soledad.

Si algo me ha enseñado Earl (My Name Is Earl), es que el karma existe y está dispuesto a patearte el culo por las acciones correspondientes que lo merezcan. Por eso esperaré a que él lo diga.

Ay Anomik, a veces me gusta pensar que no sólo eras tú, ya no le apuesto al nosotros, ya no le creo, pero soy insistente, como la madre que sabe que su hijo fuma, pero mientras él le diga que no, todo estará bien.

Sí, tenemos que hablar. Después, ya veré cómo arreglarme.

20080624

Pastelito Paranoico

Y la cosa es que, pareciera una situación de doble moral. Como el tipo rico que va a Tepito a comprar droga, o como el wey sabroso que la neta le vale verga que su pareja tenga caca en la cabeza, después de todo se ve bonito. No podemos ser honestos. Porque sabemos muy en el fondo que la honestidad nos limita de las posibilidades.

Creo que sólo estoy bien cansado. He dejado de comprender y es probable que tenga una incapacidad seria de relacionarme con las personas, o peor aun, de retenerlas.

Si fuese un pastelito, seguro sería uno cuyo cocinero descuidó y se desinfló, así que decidió que tenía dos opciones, sacarlo aplastado o tirarlo a la basura. Lo sacó aplastado. Y yazco desinfladito en la mesa de la cocina, esa a la que la gente no llega, porque la cocina es un lugar poco frecuentado en el mapa turístico de un hogar. Y al lado están los frascos de merengue de colores. Todo está y a la vez nada, porque algo falló en el plan.

¿Para qué planeamos? ¿A alguien le ha funcionado hacer planes y seguirlos de manera religiosa? Yo creo que sí, pero mi pesar amargoso me impedirá aceptar ese hecho de la vida.

Me acuerdo que hace un año que saqué mi cuenta para ese mercado de carne al desnudo, tenía muchas esperanzas, era el pastel en los primeros 5 minutos, que comienza a esponjarse y se asoma por la ventanita del horno con un emocionante orgullo. Pero ha sido uno de esos años que te vuelcan, como cuando un rottweiller logra atrapar el brazo de un niño de 5 años. Y sí pasa.

Hace años salía un programa en televisión que trataba de hechos asombroso y alarmantes. En una de sus historias, un perro enorme se había devorado un niño; los vecinos habían escuchado los gritos, pero todo mundo pensaba que se trataba de un juego. Lástima, a veces los juegos terminar en personas desmembradas.

Cada que escribo siento que voy en una pendiente de ánimo, que termina trágicamente en un charco de amargura y popo. Por lo que ahora narraré algo bello y sin precedentes.

Eran aproximadamente las 11:25 pm, la noche pintaba tranquila cuando comenzó a esparcirse ese halo angustioso de paranoia. La noche siempre me provoca reacciones curiosas estando en soledad. Sin razón alguna, me dio por correr sin sentido. Una calle trás otra, con la idea fija en la cabeza de ser perseguido, lo curioso es que esta vez no me equivocaba.

Con el gran historial de asaltos y asaltos frustrados, no es difícil imaginar que la reacción involuntaria, al escuchar que alguien corre trás tuyo, es correr.
Y brincar bardas y saltar entre tejados y techos, ocultarse en algún sitio de dudosa seguridad; probablemente cuando no quieres ser encontrado, no lo eres, ni respiras fuerte, ni lates rápido. No, no fui encontrado. Fui despertado, y este no fue un relato feliz -_-

Bueno, ahora que he dejado expuesto un trozo de locura, me parece que es adecuado comenzar a pensar que es una locura del tipo rompecabezas, por pieza y difícil de armar.

20080622

El Tiempo En Que Amor No Valía

Qué tiempos aquellos, viejo.

La arena nos tapaba los pies y se empecinaba el olor a gaviota y mar.
Pero luego vinieron las construcciones y la sequía, el cáncer y la gastritis. Sólo pensar en el desgaste físico que implica lucharnos en contra o a favor, puede que ya no quiera ni lo uno ni lo otro. Existen siempre más de 2 opciones.

Qué tiempos, cuando nos parecía que todo era cercano y las barreras no incluían distancia o mentira. Eramos niños jugando a querer saberle al amor. Ya no somos niños, ya no jugamos, y seguimos sin saber.

Pero entre nuestras bromas tijuanenses y nuestros fingires de frialdad encontramos que no es tan divertido morirse por dentro.

Solíamos beber sin el menor remordimiento, comer papitas y reir imprudentemente. Cambiamos nuestros andares por nuestros pesares. Iluminamos de forma indirecta nuestras vidas con las cosas que jamás pensamos ser. Por otro lado están las que sí queríamos ser.

No hemos cambiado del todo. Tijuana está, el cinismo está. Las burlas están y el alcohol también.
Pero sí existe un papel fundamental del tiempo/espacio en la conversión de pasado a presente.

Qué tiempos aquellos, viejo, cuando usted y yo no teníamos a dónde mirar más que a lo desconocido.

20080619

Hospital para caducados mentales "Maní Comio"

Memo para . Son personas, no PRADA.

Puede que lo malo de las vacaciones radica en el hecho de que el tiempo se vuelve relativo. De pronto los momentos nos parecen eternos o muy rápidos, no, en vacaciones siempre son eternos, al menos en las mías.
Puede que el tiempo tampoco sea el problema, quizá es todo un poco más material. Si no hay dinero, no hay salidas, y si no hay salidas, existe un porcentaje monumental de intentos de suicidio mentales. Pero si hay trabajo, hay dinero, y si hay dinero, hay salidas, pero no hay tiempo; y como dijese mi madre: "no se puede tener todo en la vida".

Yo necesito tiempo y dinero. Porque para tener una bonita relación, se necesita de tiempo, dinero y otra persona (sí, ya intenté tener una relación conmigo mismo y no funcionó). Ya tengo 2 de tres, tiempo y a la otra persona, ahora me falta el trabajo traducido en dinero no tan escaso para bailar, beber y fumar. Serán buenas vacaciones azucaradas con cianuro.

El otro día aprovechaba mi nueva adicción extraña; ahora he tratado de tener calma y silencio en las noches para mirar películas en Internet. Podría hacerlo de día pero mi familia es una tanto entrometida en mi vida, así que la facilidad de privacía que otorga la madrugada es muy bien recibida.
Y se puede ocupar para todo, para leer blogs interesantes, para ver videos, para escribir y escuchar música de forma inigualablemente tranquila.

Me dió por ver una película española que tenía una animación un tanto curiosa. "Gritos en el pasillo" llevaba por título aquella narración visual de suspenso, protagonizada por, y sí, efectivamente eso eran, cacahuates.
El cacahuate principal era un dibujante al que llaman para realizar un trabajo en un hospital para "Caducados mentales". La atmósfera se torna pesada y macabra, lo que da paso a que el dibujante, por obvias razones, enloquezca. Al final termina siendo rescatado pero cargando a cuestas una ligera capa de problemática paranóica en su cabecita cacahuatezca.

Y ahora que lo pienso, sí me dió miedo.

El hombrecito, al que en pocas ocasiones llamo "novio", optó por creer que yo tenía problemas de tipo psiquiátrico, pero que no hablaría del tema. Eso respondió cuando, un día después de mirar la película, lo cuestioné sobre si alguna vez había tenido un sentimiento paranóico. Me dijo que no, que él no tenía esa clase de problemas mentales, que le parecía que yo sí pero que no hablaría del tema; entonces comenzamos a hablar de música, me parece.

El lunes es la venta de boletos de Madonna, para mi voluntad poco comprometida con su causa, terminé decidiendo que sí iré al concierto. Los boletos son accesibles y ya he hablado con un amigo para encargarlos. Además ya observé los adelantos del tour y no me parece nada mal.

Estas van a ser unas vacaciones muy raras. Lo presiento, presiento que no me invadirá el sentido de inutilidad de cada periodo vacacional, pero que vendrá uno nuevo, y a la vez no tan nuevo, pero sí reciente, de esa no tan feliz angustia.

20080614

Verborrea

Mientras dormitaba con algo de calentura y un mucho de frío, pude encontrar por fin la respuesta a una de las incógnitas de mi vida.

Durante los últimos años he sufrido de ataques de verborrea curiosos y en ocasiones innecesarios. Vienen cuando menos los espero y normalmente desatan eventos desafortunados y muy trágicos. Pero tras un repentino análisis de los eventos en los que se ha visto involucrada mi personalidad un tanto bipolar, he llegado a la conclusión de que sí existe una razón para que esto suceda.

Hace años, cuándo todo era el despertar hormonal adolescente, las borracheras eran sin estilo y sin cerveza, cuando los poemas incluían un 50% del "Te adoro, eres lo mejor de mi vida" obligado, mis visitas a todos lados y mis tiempos compartidos eran con Miguel.

Y las pláticas en ese entonces no eran largas o interesantes. Normalmente cuando me siento nervioso o pienso demasiado las cosas, me invade un silencio tan grande que se puede palpar. Entonces sólo escuchaba y caminaba, en ocasiones reía, aunque su sentido del humor era por demás deficiente.

Y siempre hubo problemas, siempre había descontentos o malos entendidos. Pero siempre volvíamos a lo mismo: a la compañía mutua a la que estábamos acostumbrados. La compañía con silencios.

En un correo que me envió, escribió lo siguiente de manera parafraseada, dado que dicho correo se ha perdido en la inmensidad del mundo cibernético del 2003: "Me parte la madre que cuando te pregunto algo me respondas con un "No", "Sí" o "No sé", preferiría que me inventaras algo porque pareciera ser que no quieres hablar conmigo".

Y es así como intuyo que el camino de las palabras excesivas se volvió parte de la vida cotidiana. Y ya no hay silencios... bueno, a veces si, con los hombres que me siguen poniendo nervioso, y con los que sólo escucho y río.