20080826

El árbol

La manera en que Joaquín llegó a su familia no fue precisamente la ideal, hijo de una vícitma de secuestro que nació durante su captura, el niño se vio obligado a creer que sus padres eran aquellos que privaban de la libertad a las personas.

Es notoría la diferencia de Joaquín a los demás, no hay risas ni juegos dibujados en el rostro del pequeño de 10 años.

El camino a recorrer diariamente varía con la intensidad del sol, pero siempre es el mismo, el camino a su hogar en la ciudad fronteriza de Tijuana.

Joaquín pasa las tardes creándose nuevas líneas divisorias entre el bien y el mal, entre la cordura y la locura. No pasa mucho tiempo para que una de las víctimas vea en el pequeño niño una posibilidad de escape; y mientras Joaquín se debate entre ayudarla o no, su padre lo descubre en contacto con la secuestrada y descarga una furía incontrolable contra el niño.

Esa noche marca un parteaguas en la vida de Joaquín, mientras duerme en su habitación, ruidos provenientes del patio sin cercar llaman su atención y lo obligan a salir por la ventana para descubrir qué es aquello que murmura a las afueras de su casa.

Es en ese momento en el que Joaquín encuentra consuelo en el ser menos esperado, el árbol, que nunca había notado en su patio, le ofrece un refugio al interior de su tronco, refugio que toma de inmediato ante la cantidad de recuerdos que ha guardado en su corta vida. El niño se interna en su nuevo amigo, concibe la vida con alguien que lo escucha y se da cuenta que al liberarse de sus pesares el árbol tiende a embellecer.

Sin embargo, la policia le sigue el rastro muy de cerca a sus padres y a la banda de secuestradores con la que están aliados, poco a poco uno a uno empiezan a ser atrapados y Ernesto, el padre toma la desición de cruzar la frontera.

Gloria, la madre de Joaquin piensa que es mejor emigrar al sur, ya que gran parte de su familia tiene contactos con redes de Colombia, por lo que existe una tensión entre ambos por el futuro de su familia y sus negocios.

Las peleas entre sus padres son cada vez más constantes y Joaquin se refugia con mayor fuerza en las entrañas de su amigo.

Finalmente, la familia de Joaquín enfrenta las consecuencias de no tomar una decisión a tiempo y son emboscados por la policía, ocurre un enfrentamiento y entre todo el desastre, Joaquín logra correr hacía el árbol cuando una de las balas logra alcanzarlo.

20080816

Rosarito - Mi Principio

Así pasó las horas sentado en la arena, esperando que con el tiempo las huellas fueran diferentes. Los granos de suave café cubrían sus pies y piernas. Javier contempló el mar esperando, sólo esperando.

Sus fragmentos de diálogo se habían desgastado al punto de sin sentido, había borrado su perfume de tanto pensarlo y entre los dedos sólo le quedaban sus propias huellas.

Sin argumento, sin guión, Javier se sentó a mirar las olas sin desear nada, sin querer ya nada, sin más problemas. La última vez que se encontró en la banquita de Reforma dio por perdido el respeto a las historias compartidas. Sin embargo, no hubo dolor, ni el mal acostumbrado drama, sólo se levantó y decidió irse.

Se fue a Rosarito, sin necesidad de pasaporte ni identidad, se llevó en la maleta las cartas que no le servían de nada. Compró una muda de ropa y se sentó en la playa, por horas incontables.

Javier ya no pretendía entender, sólo aceptar, la resignación se le escapaba por los ojos de espectro azul. Las ideas ya no existían más, ni sus intentos ni sus escritos, Javier no pensaba volver jamás.

Javier entendió que todos los asaltos citadinos tenían lugar en su ciudad, no en la arena, que todos los corazones rotos se encajonaban en los bares y trabajos, no en la sensación del agua rozando su mentón. Javier quería que alguien le dijera qué estaba mal con él, cuando si uno mira a lo largo del océano no hay nadie con quien estar mal. Javier estaba sosteniendo la última de las cartas que iba a dejar en aquel olvido azul.

La soltó, con las ganas de seguir imaginando pero el cansancio jalándole los pies. Javier se dio cuenta que sus últimas salidas nocturnas no eran para encontrar los pasajes que no alcanzó a llenar, sino para buscar quién le pagara el resentimiento que cargaba a cuestas. Javier no añoraba, se sumergía tan adentro de su coraje que asesinó los restos de deseo sobrantes.

Él encontró su corazón olvidado frente a una pintura de Remedios Varo, lo atesoró irremediablemente en otro lugar carente de significado presente y entonces se fue.

Javier no va a volver a la ciudad a pesar de las arrugas húmedas del mar, ni del cambio de alimentación o los problemas de sales. Se va a quedar con la mirada fija en el mar y la arena cambiando a favor del viento.

Porque es historia vieja que no planea renacer, ni convertida ni deshecha. Javier no lo comprendió, mucho menos Abraham, que sólo se dedicó a limpiar su conciencia sin saber que Javier le ha perdonado.

20080813

De un tiempo a la fecha

Para futuras referencias, el transporte del Estado maravilloso de México podría elevarse a 7 pesos.

Y es que es bien vaciado que un alza de dos pesos con cincuenta centavos pudiera ser la causa del desplome económico de mi vida. La maravilla de ir escuchando las mañanitas de la Z o al fabuloso Toño Esquinca y la muchedumbre mientras lucho por mantenerme agarrado del pasamanos a pesar de mi corta estatura podría esfumarse confinándome a un mundo de trabajo a marchas forzadas.

O bien podría haber un cambio repentino en mi modus vivendi, desde la pesada obligación de caminar hasta la avenida principal y ahorrarme un camión en mi viaje a cualquier destino, hasta una de las cosas que más podrían pesarme, dejar de fumar.

Adiós Luckies, adiós Benson's, adiós Marlboros y en ocasiones jodidonas, adiós Delicados...

El siguiente punto en la agenda es la noticia reservada para aquellas personas con morbo por la vida de los demás, estoy enamorado.

De un tiempo para acá, y luego del análisis que hice a mi persona y que arrojó resultados iracundos, ya no me da por sentir un espantoso rencor al mirar con recelo a las parejitas enamoradas. Ahora trato de poner en práctica mi máximo nivel de tolerancia y sólo en ocasiones especiales, de empatía.

Ahora puedo hacer comentarios que siguen sonando sarcásticos, groseros y apestosos, pero que ahora ya no van por ese sentido. A la gente le cuesta trabajo entender que los entiendo. Años de egoísmo pedorro no se borran con paletitas y algodones de azúcar.

Por fin he entrado a la última etapa escolar, estoy a año y medio de salir, sin embargo el tiempo podría ampliarse debido a los múltiples trámites que se requieren para ser un licenciado atrevido.

Dentro de la gama de profesores que me impartirán clases este semestre se encuentran 2 memorablemente adorables: un nalgoncito acá simpaticón y un profe de esos freaks con lentes estilo Woody Allen y un sentido del humor que lejos de hacerte reir, te pone nervioso.

Los amo a los dos, al igual que al hombre con conocimientos informáticos de miedo.

También amo a mis compañeritos de este semestre. De hecho hoy sí amé mucho a los amigos que constantemente lidian con mi estado impertinente alcohólico. Me hacen reir al punto de las lágrimas, sobre todo con las pláticas picosonas de todos los días. Benditos sean los consejos de los penes educados.

Para finalizar, debo señalar que Lynn Spears es más juzgable que Britney, pero ahora soy una persona diferente, que no juzga pero se entera.

Creo de nuevo, porque tú crees y eso me devuelve esperanza.

20080808

Garçon Hybride.

Este es el tiempo de los chicos raros.

En una arrebatado intento por permanecer pasivo a las suplicas de un servidor hacia él mismo por comenzar a elevarse en un viaje infinito, decidí tener un camino pavimentado de azúcar y felicidad.

Tomé mi mochilita y mis audífonos con la firme creencia de que entre más grites, más tiendes a perderte en tu propio eco. Me dirigí a los lugares de siempre, aquellos con las bancas expuestas y listas para prometer. Me senté a fumar un poco mis acostumbrados cigarrilos largos, mentolados, ligeros, duraderos principalmente. Me dispusé a medir mi tiempo en bocanadas de humo y en recuerdos permanentes.

Tengo el tic mental de ser exageradamente quejumbroso, nada me es suficiente y todo me parece inalcanzable, quizá eso era una serie de eventos previos a la reforma estructural que sufro día a día.

Me paré de la banquita y comencé el delirio. Escuché la palpitación rápida y el acelere emocional que me despertó del coma. Imaginé que podía ser él, la primera conversación, las primeras ocasiones de locura, la imposición de mi aprendizaje, luego vino el otro y el otro. Y me dieron muchas ganas.

Ganas de besar bonito. Ganas de ser bien sensato y decir mundos con silencios. Ganas de no abrazar con impulso, sino con sentimiento. Ganas.

Este es el tiempo de los chicos híbridos.

He terminado de imaginar por el instante de hoy, ahora prosigo a la siguiente cuestión en los hilos del querer y no querer. La reserva es la premisa del futuro.

20080804

Pensamiento Random

Ayer lo pensé, fuimos muy afortunados de que mi corazón no comenzara a erosionarse antes de tiempo...

Que no te sorprenda que un día llegue a tu casa y te dispare.

La cuestión es que no me alegra tu felicidad, ni ahora ni nunca. Pero no eres el único, así que el problema debo ser yo.

Oh, me he cansado de mi. No sé que tópico sigue en la agenda.

He errado. He errado tantas veces que me resulta imposible pronunciarlo.

Adivina qué tengo en esta mano. ¿Qué?. Un puñado de cristal taladrante en el que se ha convertido mi vida.

Soy emo, pero sí te ando partiendo la madre.

¿Por qué tú sí y yo no?

Me largo de tu vida a sabiendas que esperaré de por vida el lamento posterior al hecho.

Estamos en paz, ni yo en ni tú en mi.

Me gustaría ser feliz con mi paleta de Blue Raspberry. Quizá espolvoreada de litio.

Soy el cachorro que nadie elige, el que se queda al fondo de la caja de cartón, el que observa por horas a los demás irse, soy el cachorro que se queda a esperar la muerte sentado.

La diferencia entre tú y yo es que la huella que yo dejó no es perceptible hasta que la cubres de historias falsas y diamantina, la que dejan los demás es un hueco infinito que hace eco cada vez más fuerte al gritarle.

¡YA! Ya estuvo. Porque sigo esperando que las cosas en las que creo y confío no me abandonen.