20100514

Déjame que te atrape

Lamento haberte abandonado por tanto tiempo. Si te he de ser honesto, no tengo razones para darte, sólo las que a veces me invento para convencerme y las que pierden sentido conforme las repito una y otra vez.

Pero te he de contar que me he quedado varias noches en vela pensando que ya no puedo distinguir entre los tormentos de mi mente y los que están ahí, al alcance de todos los demás. El otro día me desperté llorando y no sabía si era porque había soñado las cosas de la vida o porque la realidad era muy diferente.

Ya no sé escribir, así que tendrás que perdonar que no pueda unir las ideas como antes. ¿Te acuerdas cuando solía escribirte y, a pesar de la ausencia de tu respuesta, era constante y consciente? Ya sabíamos que nada era para siempre.

Discúlpame por no haberme mostrado antes, pero tenía pena de que tuvieras razón al decirme en lo que me he convertido. Todos menos tú.

Y así pasará el tiempo otra vez, con los silencios que nos rozan los oídos, pero no llegan jamás a tocarnos, como antes lo hacía yo contigo y tú con alguien más.