20090820

Por si te llega el viento

¿Y qué esperabas? La neta

Tal vez que después de años de conversaciones y sonrisas notaras que nada ha cambiado, que permanecí estático por mi propio bien, pero sin pensar en tus movimientos.

Que descubrieras el lugar exacto donde decidí enterrarme y llevaras flores. Es posible que de manera clandestina esperara que no me hubieras enterrado en el mismo lugar y a la misma hora.

Tras años de reencuentros y de perder el rastro para poder regresar, yo mismo encontré que si había alguna competencia, hacía tiempo la había perdido. Me dejé caer porque ya no querías escuchar mis cuentos, dejé de tener constancia de tus actos porque ya no eran para mí, ni eran de nosotros.

Esperaba no estar enamorado de forma eterna. Creí que la experiencia le ganaría a la inocencia, o a lo que sea que habita dentro del tronco hueco en el que, por desgracia, se creció con los días y silencios.

No quisiera decir que he perdido el interés por las frases que no provienen de tus dedos, que de forma sincera he dedicado mi vida a quedar bajo el puente en espera de noticias tuyas, que un día dejé de existir bajo las letras olvidadas, pero así es.

Y si un día vuelves, no como has vuelto ya, es probable que tu habitación esté intacta y tu olor siga perfumando mi casa. Sólo si un día vuelves y rescatas los pedazos, que tal vez no reconozcas, pero que siguen dedicados uno a uno a los días que no fueron y las noches que soñe, eso esperaba, la neta.