Al Menos Hoy Sí Vuelvo

Las caricias prometen cosas, pero jamás satisfacen lo que prometen, amores, soledades, cariños, promesas, delirios, actos inseguros, actos sensuales, las caricias vuelan y se sienten, saben a agua salada y viento de mar.
Tus caricias me saben a agua dulce y viento de mar.

Los intentos reviven lo que las caricias, en su afán banal, matan, los intentos se vuelven esperanzas ciegas que vuelan y se sienten, los intentos corren impacientes a colocarse entre el corazón y la boca, para exhalar suspiros rosas incapaces de volcarse antes de salir.
Mis intentos corren impacientes a colocarse entre mi corazón y el tuyo.

Las palabras devoran la mente, devoran todo lo que está a su paso y van dejando huella, una huella carmín, cual vestido largo de terciopelo. Las palabras queman y borran, suavizan y matan, se juntan malévolamente para encajarse en los días y los sueños.
Nuestras palabras me suavizan y enternecen, se juntan bienalmente para armar nuestros días y sueños.

Porque hoy sí vuelvo, vuelvo a arroparme con el cielo estrellado del campo que está lejos de dónde pertenezco, vuelvo a comer delicias de amores e historias vueltas realidad. Hoy sí vuelvo a mi hogar, a mi corazón y a las palabras romance.
Al menos hoy sí vuelvo, y vuelvo para tomar chocolate y llevarte de la mano.