20100201

Así es él

Es un tipo bastante normal. No es muy alto, pero si se para sobre las puntas de los pies puede alcanzar más altura. Como todos.

Estos últimos días se la ha pasado pegado en la ventana. Así, como si esperara algo, algo que nunca llega y que seguramente está destinado a no llegar. Él parece saberlo, sin embargo, permanece en la ventana.

Hay otros días en las que sus palabras parecen salir de un grifo descompuesto. Tiene fuga lingüística y eso tampoco le hace bien. Es como si todas sus ideas trataran de buscar salida por cualquier cavidad de su cuerpo. El otro día no pudo contenerse y se echó a llorar. Las palabras se le convirtieron en hechos innegables, parece.

Como dije antes, es un tipo bastante normal. Tan normal, que sale de lo cotidiano. Tiene una extraña obsesión por la limpieza y no permite que los demás toquen sus cosas. Seguramente su viaje en el transporte público debe ser un suplicio. No me lo imagino, pobrecito.

Lo que más me causa impacto es que parece estar soñando todo el tiempo. A veces hace esa cara que todos hacemos cuando queremos que el mundo sea otra cosa, simplemente otra cosa.

Me he puesto a pensar que podría ser agradable conocerlo. Después de todo, es malo prejuzgar y todos merecemos la oportunidad de dar a conocer lo mejor de nosotros. Pero me da miedo que comience a hablar sin detenerse. Que se ponga a llorar o a reir sin razón alguna.

Entonces no. Prefiero que nuestros caminos aún no se crucen. Que le haga la vida diferente a alguien más, si puede. No le deseo nada malo, al contrario. Espero que dentro de esa cabecita haya momentos de felicidad, que seguramente los merece.

1 comentario:

Magrathea. dijo...

Yo si quiero conocerle.