I think it's better if you go...
Esperé una, dos, tres horas y quince minutos; la verdad ya estaba bien seguro de que no ibas a venir, lo supe porque medijiste que eras puntual; no obstante, no te entiendo.
Todas las conversaciones tan prometedoras de pronto parecieron no valer nada; y en pleno invierno uno se siente peor de permanecer solo en la entrada del cine. Sí, es cierto, Reforma es el lugar de los encuentros. A lo mejor te propuse llegar ahí porque siempre supe que no irías, y de menos, el paisaje que brinda la avenida haría el momento menos crudo.
Y a lo mejor ya no me dan ganas de preguntarte cómo estás, cómo te ha ido, por qué no llegaste, a lo mejor un día me canse de buscarte y pedirte, de pedirte, siempre pedirte.
Lo curioso es que sí entré a ver la película, y era el tipo de película que nos hubiera hecho hablar por horas, hubieramos disfrutado de una caminata mientras yo dejaba crecer mi corazón.
Pero ya no, ya no, ya no, ojalá lo disfrutes, ojalá que él te cuente más cosas, ojalá que te cante y te arrulle, porque el día que estuve esperando, dejé que atropellaran todas las esperanzas que tenía en el carril lateral de Reforma.
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